INDEBIDA OCUPACION DE LOS ESPACIOS PUBLICOS

El logro de un Centro Histórico confortable, limpio, sano y habitable, implica el mejoramiento del hábitat, como lugar de residencia, trabajo y esparcimiento de los vecinos y en general de toda la población trujillana. Este objetivo estratégico debe buscar la obtención de una alta calidad de vida y del ambiente, mediante la rehabilitación de la imagen urbana, el control de la contaminación y el aseo urbano, pero sobre todo evitando el uso inadecuado de los espacios pùbicos, me refiero a las calles, calzadas, parques, pasajes. involucrando a la población residente y usuarios en las tareas necesarias. La inadecuada ocupación de los espacios públicos por el comercio ambulatorio, genera de forma paralela: limpieza inadecuada del àrea que ocupan, pisos deteriorados, áreas verdes maltratadas, iluminación deficiente, dejando de ser acogedores para los vecinos y por otro lado estos lugares se vuelven inseguros. Lamentablemente la venta ambulatoria en el Centro Històrico va en aumento. El Municipio hace todo lo posible por vigilar el orden y el adecuado uso de los espacios pùblicos mediante los Agentes de Seguridad Ciudadana, quienes tienen que actuar muchas veces con la incomprensible actitud de los vendedores y hasta de los mismos transeuntes que sin reflexionarlo se solidarizan con quienes ocupan de manera indebida estas àreas que por ser pùblicas pertenecen a todos los vecinos y no solamente a quienes tienen interes particular en hacer uso de ellas. Creo que la Junta Vecinal y todos los vecinos en general tenemos que prestar todo nuestro apoyo este aspecto. Sobe todo en horas de la noche, en que las calles, aceras y calzadas son tomadas por vendedores de tamales, humitas, anticuchos, vendedores de caldo, cafe, emolientes, etc. Sin ir muy lejos, tenemos por las inmediaciones del Hospital de Belèn (Jiròn Fco. Bolognesi) y en la segunda cuadra del Jiròn Bolivar, donde una señora vende tamales todas las noches en la misma vereda, lugar en donde ha improvisado un "comedor ambulante" con banquitos que coloca en la vereda, calzada y hasta en las puertas de las casas vecinas, impidiendo el libre trànsito de los transeuntes y de los mismos vecinos que quieren ingresar a sus propias viviendas, esto es un abuso del derecho, genera contaminaciòn ambiental por los desperdicios que quedan en el lugar y un franco deterioro urbanìstico que no se puede permitir. Igualmente sucede en la 6ta. cuadra del Jirón Grau, al lado de la Sociedad China, donde se observa unas enormes ollas con tamales igual, la gente come parada ocupando toda la vereda,dejando sucia de grasa las veredas y si a esto le agregamos que no hay control de salubridad del alimento que se consume en las calles , luego después vienen los dolores estomacales y sin exagerar, contaminación de parásitos intestinales.....Y a ahí no queda todo, si seguimos observando hasta altas horas de la noche lo que hacen las vendedoras , veremos que antes de irse a sus casas, las aguas sucias con que lavaron los platos las arrojan a la pista, igual el agua de los choclos contaminada de tanto que meten las manos. Trataremos que la Municipalidad pueda analizar detenidamente esta problemàtica y se pueda empadronar y organizar a los vendedores ambulantes (sobre todo vendedores de alimentos en general) de tal manera que utilizando kioskos debidamente identificados y con la salubridad necesaria puedan vender sus productos en lugares destinados para tal fin como se hace en otros lugares del paìs.